Mónica Peñaranda
Jessica Velásquez
Julian Felipe Gómez Lizarazo
Universidad Externado de Colombia
Gustavo A Yepes López
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Food waste is a massive global problem. The FAO (United Nations Food and Agriculture Organization) reports that 14% of food worldwide is lost between harvest and distribution, which amounts to $400 billion annually (FAO, 2019). Another 17% is wasted during distribution and by end consumers (UNEP, 2021).
This imbalance has both social and environmental consequences. Food loss and waste account for 8% to 10% of global greenhouse gas emissions, consume 25% of the world’s freshwater, and demand significant energy, labor, and land resources (FAO, 2024).
EatCloud tackles these challenges head-on. The company connects perfectly good surplus food from the industry with vulnerable communities that need it.
As CEO Jorge Correa explains, “We need to understand the production cycle of food, which involves water, energy, and labor. When food ends up in the trash, it fails that cycle, creating a significant climate risk with triple economic, social, and environmental impacts.”
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El desperdicio alimentario es una problemática global alarmante. Según la FAO (Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura), un 14% de los alimentos de todo el mundo se pierde entre la cosecha y la distribución, lo que equivale aproximadamente a $400,000 millones de dólares (FAO, 2019). Otro 17% se desperdicia en la distribución y entre los consumidores finales (PNUMA 2021).
Este desbalance no solo tiene implicaciones sociales, sino también ambientales, ya que la pérdida y el desperdicio de alimentos representan entre el 8% y 10% de las emisiones globales de gases de efecto invernadero, consumiendo a su vez el 25% del total de agua dulce que se usa en el planeta, y generando un alto consumo de energía, de mano de obra y tierra (FAO, 2024).
EatCloud se enfrenta a estos desafíos al conectar excedentes de la industria alimentaria en buen estado y aún vigentes con comunidades vulnerables que los necesitan, puesto que no solo se trata de suministrar el alimento a las poblaciones que lo requieren diariamente, sino que “se debe entender su ciclo de producción, el cual acarrea agua, energía y mano de obra, y que fracasa cuando un alimento va a la basura, entendiendo que esta problemática es un gran generador de riesgo climático y con triple impacto: económico, social y ambiental”, tal como lo explica el CEO de esta startup.
EatCloud’s innovation is about optimizing food redistribution through advanced technology. The platform uses AI to manage the collection, sorting, and redistribution of surplus food. This includes:
- Automation: Simplifies inventory uploads, matches surplus food with the needs of social organizations, and coordinates delivery logistics. Factors like proximity, food volume vs. consumption capacity, and alignment between beneficiaries and donated products are all considered.
- Traceability: Tracks every delivery in real-time, providing precise data on social and environmental impact for both clients and the company.
- Win-Win Benefits: Companies save on costs and reduce CO2 emissions, communities gain access to nutritious food, and the impact is transparently measured through data traceability.
With plans to expand, EatCloud’s platform is designed to adapt to various countries’ regulations. As Jorge Correa puts it, “Our system is built with volatility in mind, featuring flexible, customizable modules.” This makes scaling to regions like Africa, Europe, and Asia not just a dream, but a real plan. The platform’s elastic infrastructure ensures smooth performance as its connection capacity grows.
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La innovación de EatCloud es la optimización de un proceso basado en tecnología avanzada. Su plataforma utiliza inteligencia artificial para gestionar la recolección, clasificación y redistribución de excedentes alimentarios. Esto incluye:
- Automatización: simplifica el proceso de subir inventarios, haciendo “matching” con las necesidades de las organizaciones sociales y coordinando la logística de entrega tomando en cuenta criterios como: cercanía entre el punto de recolección y de entrega, volumen de los alimentos recogidos versus la capacidad de consumo, y afinidad entre las poblaciones beneficiadas y los productos donados, como lo describe Jorge Correa.
- Trazabilidad: monitorea en tiempo real cada entrega, generando datos precisos sobre el impacto social y ambiental para los clientes y la empresa.
- Beneficios para todas las partes involucradas: las empresas que hagan parte de este proceso innovador reducen costos y emisiones de CO2, las comunidades acceden a alimentos nutritivos, y el impacto se mide de manera transparente con la trazabilidad de los datos.
Asimismo, y con planes de expansión hacia el futuro, la plataforma desarrollada por EatCloud tiene, en palabras de Jorge Correa, “una arquitectura basada en volatilidad, se definen los módulos variables y parametrizables según la normatividad de cada país en donde se quiere expandir el modelo”. De esta manera, se facilita el crecimiento del impacto de EatCloud, pasando de operar en Colombia y México a lugares como África, Europa y Asia. También cuenta con una infraestructura elástica que permite que la capacidad de conexión de la plataforma mantenga el mismo rendimiento eficiente.
The idea for EatCloud was born from its founders’ experience in the food industry. Back in 2001, Jorge, one of the co-founders, began developing mobile applications to solve retail problems in the Consumer Packaged Goods (CPG) sector. He saw firsthand how tons of food were wasted throughout the supply chain, even as many communities struggled to meet basic needs.
This glaring contradiction sparked a drive to find an efficient and sustainable solution. “Food comes first” became the team’s mantra, embodying their commitment to equity and social impact.
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La idea de EatCloud nació de la experiencia de sus fundadores en la industria alimentaria. Hacia 2001, Jorge, uno de los cofundadores, inició trabajando en el desarrollo de aplicaciones móviles para automatizar problemáticas en puntos de venta de negocios que hacían parte de la industria CPG (Consumer Packaged Good, o Bienes de Consumo Empaquetados en español) y se dio cuenta de cómo toneladas de alimentos se desperdiciaban a lo largo de la cadena de suministro mientras muchas comunidades carecían de lo básico para sobrevivir.
Esta contradicción lo impulsó a buscar una solución eficiente y sostenible. “El alimento es primero” se convirtió en el mantra del equipo, reflejando su compromiso con la equidad y el impacto social.
In just four years, EatCloud has delivered impressive results aligned with the Sustainable Development Goals:
By efficiently linking food industry players with people in need, Correa explains, "EatCloud has become the world’s largest redistributor of unsold food".
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Desde su creación como startup colombiana hace 4 años, EatCloud ha logrado alcanzar resultados de alto impacto en su lucha por contribuir a los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), como lo son:
Correa explica que, con la gestión efectiva de unir empresas de la industria de alimentos con personas que los necesitan, EatCloud se ha constituido como la startup que redistribuye el mayor volumen de comida no vendida en el mundo.
EatCloud’s model isn’t just sustainable; it’s profitable. Companies using the platform have saved over $40 million. EatCloud has also expanded rapidly, growing its operations in Colombia and Mexico and launching pilot programs in Europe and Africa.
The secret to their success? A global-standard platform that’s ready to implement solutions in various countries. As Jorge Correa explains, “Our model addresses a global problem with a fully standardized approach and cutting-edge tech architecture.”
Their ambitious goal is to operate in 50 countries within the next five years, leveraging local government support, global partnerships, and impact funding.
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EatCloud no solo es un modelo sostenible, sino también rentable. Las empresas que utilizan la plataforma han ahorrado más de $40 millones de dólares. Además, la compañía ha crecido exponencialmente, expandiendo su operación en Colombia y México, incursionando con pilotos para algunas ciudades de Europa y África.
Cosechar estos logros ha sido posible gracias a que el modelo de EatCloud “responde a una problemática global bajo un modelo plenamente estándar y bajo una plataforma tecnológica que ha sido creada con parámetros globales, con algunos criterios de arquitectura tecnológica que nos permiten estar preparados para implementar las soluciones en muchos países”, dice Jorge Correa.
La meta que esperan cumplir es estar presentes en 50 países en los próximos cinco años, apalancándose en el apoyo de gobiernos locales, alianzas globales y fondos de impacto.
EatCloud’s impact goes beyond numbers:
- Socially: It has improved the quality of life for thousands of families, especially children, by providing access to nutritious food. Social organizations receiving these donations have been able to redirect funds toward education and workforce reintegration programs.
In the four years since its opening, EatCloud has connected more than 2,000 foundations and social organizations with 25 food banks in Colombia and 50 in Mexico to obtain these food resources.
- Environmentally: Efficient redistribution of surplus food contributes to mitigating climate change and taking advantage of the resources of the food production cycle, reducing emissions derived from waste and making efficient use of more than 150 million square meters of land.
Likewise, collaborating with local governments, like Medellín’s, has made EatCloud’s impact scalable and sustainable, proving that technology can be a powerful force for solving global challenges.
In conclusion, EatCloud is more than just a company—it’s a global movement redefining how we use food resources. By turning challenges into opportunities, they’re proving we can build a fairer, more sustainable, and collaborative world. As Jorge Correa says, “Those who persevere succeed; entrepreneurship with purpose brings not just profit, but true happiness and meaning.”
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El impacto de EatCloud trasciende números y fronteras:
Desde lo social, ha contribuido a mejorar la calidad de vida de miles de familias, especialmente niños, al garantizar el acceso a alimentos nutritivos. Del mismo modo, las comunidades sociales que se han registrado como receptoras de los alimentos han podido cubrir el alimento de las personas a las que atienden y aunar sus esfuerzos monetarios en otras actividades como la reincorporación a la vida escolar y laboral de sus comunidades.
A lo largo de estos 4 años desde su apertura, EatCloud ha conectado a más de 2000 fundaciones y organizaciones sociales con 25 bancos de alimentos en Colombia y 50 en México para obtener estos recursos alimentarios.
Por otra parte, a nivel ambiental, la redistribución eficiente de excedentes de comida contribuye a mitigar el cambio climático y a aprovechar los recursos del ciclo de producción de los alimentos, reduciendo las emisiones derivadas del desperdicio y haciendo un uso eficiente de más de 150 millones de metros cuadrados de tierra.
Asimismo, el modelo colaborativo con gobiernos locales, como el de Medellín, ha permitido que el impacto sea escalable y sostenible, demostrando que la tecnología puede ser una fuerza poderosa para resolver problemas globales.
En conclusión, EatCloud es más que una empresa; es un movimiento global que redefine cómo aprovechamos los recursos alimentarios. Al transformar desafíos en oportunidades, están demostrando que es posible construir un mundo más justo, sostenible y colaborativo. Como dice Jorge Correa: "quien persevera alcanza; emprender con propósito no solo genera ganancias, sino felicidad y sentido verdadero."
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Jorge Correa, CEO
Founded in 2020 during the pandemic, EatCloud is an innovative tech company located in Medellín and Bogotá, Colombia, and Mexico. Its main clients are big players in the food industry, like supermarkets, hotels, catering services, and agribusinesses. Today, the company has 30 employees and has become a leader in redistributing food surplus by connecting this industry with social organizations and food banks. Together, they’ve built an efficient network that fights food waste and hunger.
According to Jorge Correa, CEO of EatCloud, the company’s key differentiator lies in automating the entire process. At its core is “a model that securely and efficiently connects the supply and demand of surplus food, with robust traceability and control,” all powered by artificial intelligence.
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Fundada en 2020 durante la pandemia, EatCloud es una innovadora empresa tecnológica con raíces en Medellín y Bogotá, Colombia, y en México, cuyo principal cliente son las grandes empresas del sector alimentario como supermercados, hoteles, servicios de catering y agroindustrias. La compañía cuenta actualmente con 30 empleados y se posiciona como un referente en la redistribución de excedentes de comida, conectando a esta industria con organizaciones sociales y bancos de alimentos, generando así una red eficiente que combate el desperdicio y el hambre.
Sus principales diferenciadores, indica Jorge Correa, CEO de EatCloud, es la automatización del proceso, cuyo centro es “la creación de un modelo que conecta la oferta y la demanda de excedentes de una manera segura y eficiente, con gran trazabilidad y control”, utilizando la inteligencia artificial.