ISMAEL SANCHEZ HUERTA
UPAEP
Crishelen Kurezyn Díaz
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La producción agrícola y las practicas ganaderas sostenibles en la Finca El Pino abren paso a una idea revolucionaria para el campo, buscando el equilibrio dentro de cada ecosistema que se explota y generando productos de calidad que permitan retornar y aportar a la naturaleza más de los recursos utilizados.
Los principales objetivos de desarrollo sostenible que apuntalaría este proyecto es fin de la pobreza, a través de oportunidades de empleo para los denominados “retornados” (término utilizado para personas migrantes que han perdido oportunidades en países vecinos sumidos en conflictos y que han perdido todo, obligados a caminar cientos de kilómetros en territorios fronterizos en busca de oportunidades para superar el hambre y la falta de vivienda). Igualdad de género; dando oportunidad a hombres y mujeres que realicen las prácticas agrícolas y ganaderas en la finca; agua y saneamiento; a través del asilamiento de “nacientes”, proyecto que impulsa el resguardo de áreas donde este recurso natural tan importante y delicado, nace y genera escurrimientos de manera natural, producción y consumo responsable; a través de actividades agrícolas y ganaderas responsables que intervienen en la elaboración de productos orgánicos libres de uso de químicos y otras sustancias, acción por el clima; la cual se ve beneficiado con prácticas como la reforestación con árboles nativos, además de prácticas ganaderas regenerativas que ayudan a la regulación del CO2.
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The agricultural production and sustainable livestock practices at Finca El Pino open the way to a revolutionary idea for the field, seeking balance within each exploited ecosystem and generating quality products that allow to return and contribute to nature more than the resources used.
The main sustainable development objectives that this project would underpin is the end of poverty through employment opportunities for the so-called “returnees” (a term used for migrants who have lost opportunities in neighboring countries mired in conflict and who have lost everything, forced to walk hundreds of kilometers in border territories in search of opportunities to overcome hunger and homelessness). Gender equality; giving men and women the opportunity to carry out agricultural and livestock practices on the farm; water and sanitation; through the isolation of “springs”, a project that promotes the protection of areas where this important and delicate natural resource is born and naturally generates runoff, responsible production, and consumption; Through responsible agricultural and livestock activities that intervene in the elaboration of organic products free from the use of chemicals and other substances, action for the climate; which benefits from practices such as reforestation with native trees, as well as regenerative livestock practices that help regulate CO2.
Durante gran parte de su historia, Finca El Pino desarrolló prácticas agrícolas y ganaderas conservadoras, sin embargo, a partir del año 2014, Benjamín impulsado por sus raíces, el fervor de sus abuelos y la compañía de su familia, emprendió un proyecto donde implementó un programa de prácticas responsables para el desarrollo sostenible de la finca. Él contempló el desarrollo de actividades poco utilizadas en la región, como la apicultura, una actividad que es poco valorada y en ocasiones se entiende poco, sobre sus beneficios para la vida en nuestro planeta, pues contribuye en la polinización de los cultivo, y representa el arte del proceso de reproducción en las plantas, las cuales requieren de este proceso para incrementar su productividad (Bradbear, 2004).
El polen es transportado mediante las abejas que contribuyen al cultivo de “mora-uva”, la cual ha demostrado ser un fruto delicado, pero sumamente nutritivo rica en calcio, fosforo, hierro y potasio (De León, 2003). Benjamín estima que “gracias a estas prácticas apicultoras se ha incrementado hasta en un 30% la producción de mora”. Por ello, con procesos amigables con el medio ambiente como la lumbricultura, proceso donde la lombriz roja californiana actúa en los desechos del ganado y los residuos de los cultivos logran un fertilizante, rico en materia orgánica, fosforo y potasio (Garzón, 2019) que es cuidadosamente distribuido durante el proceso de crecimiento vegetativo, floración y producción (Lopez, Estrada, Tamayo y Santos, 2009). Se ha desarrollado este producto con miras a llevarlo al mercado de una forma 100% natural, con todos los beneficios que la naturaleza promete.
En consecuencia, la producción de miel, producto con beneficios medicinales y nutricionales consumida en prácticamente todas las sociedades del mundo ha enriquecido el posicionamiento de Finca el Pino como un punto de recolección. Aunado a esto, se implementó el tutorado (soporte que permite que la mora no sea recogida en el suelo durante la época de cosecha), una práctica que no se utiliza en la región y que vino a darle un sentido lógico al cuidado de la mora, además de erradicar el uso de químicos y otras sustancias que pudieran contaminar los suelos.
A lo largo de este proceso, Benjamín cuenta una anécdota muy particular, un suceso que ha caracterizado a Finca el Pino es la búsqueda del equilibrio en su entorno. Durante un curso impartido por el SENA (Servicio Nacional de Aprendizaje), una institución que es subsidiada por el gobierno de Colombia, que brinda formación profesional integral para la incorporación y el desarrollo de las personas en actividades productivas, se estableció una buena relación para capacitar al personal que labora en la finca, además de establecer un acuerdo con dicha institución para prestar el espacio y realizar prácticas en el interior de la finca; situación que llevó a Benjamín a implementar visitas y talleres donde él enseña sus prácticas de manera abierta a todo aquel que toque sus puertas. Durante esta etapa, Benjamín y su esposa lograron las certificaciones en “buenas prácticas agrícolas” (BPA), que consistió en la implementación de análisis de suelos, calidad del agua para el riego, pediluvios para la desinfección del calzado, áreas de atención médica, bitácoras y reportes documentados.
Posteriormente, el esfuerzo se intensificó y Finca El Pino firmó un convenio con CORPONOR (Corporación Autónoma Regional de la frontera Nororiental), en la búsqueda de hacer realidad, un proyecto denominado: “Aislamiento de Nacientes”, donde se busca resguardar los yacimientos de agua, para la protección de este recurso, que regenera, revitaliza y nutre el ecosistema. Durante este proceso Finca el Pino designó la protección de cerca del 21% de la superficie, para lograr este equilibrio interno. Durante la inspección de dicha entidad se tomaron medidas y se entregaron planos georreferenciados de las áreas protegidas para evitar la invasión de los mismos con actividades humanas, “los próximos años serán vitales para el cuidado de este recurso, ya que es un recurso que emana vida por si solo” puntualizó Benjamín.
Sin temor a no lograr un impacto positivo en la preservación de los recursos naturales, El Pino inició la reforestación con árboles nativos, los cuales son especies amenazadas, muchos de ellos utilizados como cercas verdes para la delimitación de las cercas del ganado. De acuerdo a Terridata, Tercera Comunicación Nacional del Cambio Climático, se estima que el 45% de los gases de efecto invernadero en Norte de Santander son generadores por la agricultura y deforestación.
Benjamín y su esposa Eliana Guerrero comenzaron un nuevo proyecto ganadero, producto de un “Fondo-Emprender” que consistió en eliminar prácticas ganaderas convencionales y darle paso a nuevas técnicas como la ganadería regenerativa, basado en las leyes universales de André Voisin (Senra, 2005). Dichas prácticas sostienen cuatro principios fundamentales: el descanso, el tiempo de ocupación, ayuda y los rendimientos regulares. Para ello, los potreros se subdividen en la finca en parcelas de 1200 m2, para lograr capturar más CO2 del que se emite. Tomando como referencia estos principios, se busca dar el tiempo de reposo necesario a las áreas del ganado para volver a regenerarse de manera natural, sin necesidad de abonos artificiales o el uso de químicos, revirtiendo un proceso en el que la mayoría de las fincas ganaderas suelen incurrir, de esta manera la producción de oxígeno se incrementa.
Para Benjamin “La reforestación con árboles nativos no solamente incrementa la producción de oxígeno, sino también se invierte en el ecosistema, se potencializan las bondades de los árboles, brindando confort al ganado y además sirven como agentes reguladores del clima”.
Otra gran aportación de la finca es al medio social y a la erradicación de la pobreza. La finca busca el apoyo a las mujeres cabeza de familia para la recolección de mora y el apoyo a los “retornados” (nombre que denomina a aquellos colombianos que durante la época de prosperidad en Venezuela decidieron dejar Colombia en busca de mejores oportunidades), que viven situaciones difíciles en Venezuela y que han decidido regresar a Colombia en busca de mejores oportunidades y terminar con el hambre y la pobreza que ha sido arrastrada durante los últimos años en el país vecino.
Finalmente, a la finca “El Pino” le fue otorgado el reconocimiento por parte de CORPONOR (entidad encargada de la administración pública de parques y áreas forestales) como negocio verde, el cual le dio el reconocimiento como una finca que cumple con las características y requisitos necesarios para ofrecer un productos de calidad, con procesos amigables con el medio ambiente, sostenibles y asequibles para la canasta básica familiar dentro del municipio de Herrán y el departamento de Norte de Santander.
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Finca El Pino developed conservative agricultural and livestock practices during much of its history. However, starting in 2014, Benjamín, driven by his roots, the enthusiasm of his grandparents, and his family's company, undertook a project where he implemented a responsible practices program for the sustainable development of the farm. He contemplated the effect of little-used activities in the region. One of them is beekeeping, a move that is little valued and whose benefits a little understood for life on our planet through the cross pollination of crops.
Pollen is transported by bees that contribute to the cultivation of the "blackberry-grape", which has proven to be a delicate but highly nutritious fruit rich in calcium, phosphorus, iron, and potassium (De León, 2003). Benjamin estimates that "thanks to these beekeeping practices, blackberry production has increased by up to 30%." For this reason, with environmentally friendly processes such as vermiculture, a process where the Californian red worm acts on livestock waste and crop residues achieving a fertilizer rich in organic matter (Garzón, 2019) that is carefully distributed during the vegetative growth, flowering and production process (López, Estrada, Tamayo and Santos, 2009). This product has been developed to bring it to the market in a 100% natural way, with all the benefits that nature promises.
Consequently, the production of honey, a product with medicinal and nutritional benefits consumed in practically all societies globally, has enriched Finca el Pino's positioning as a collection point. In addition to this, tutoring was implemented (support that allows the blackberry not to be collected on the ground during the harvest season), a practice that is not used in the region and that came to give logical meaning to the care of the blackberry, in addition to eradicating the use of chemicals and other substances that could contaminate soils.
Throughout this process, Benjamín tells a very particular anecdote, an event that has characterized Finca el Pino is the search for balance in its environment. During a course taught by SENA (National Learning Service), an institution that is subsidized by the Colombian government, which provides comprehensive professional training for the incorporation and development of people in productive activities, a good relationship was established to train the personnel working on the farm, in addition to establishing an agreement with said institution to provide the space and carry out internships inside the farm. This led Benjamin to implement visits and workshops where he teaches his practices openly to anyone who knocks on his doors. During this stage, Benjamín and his wife achieved certifications in "good agricultural practices" (GAP), which consisted of the implementation of soil analysis, water quality for irrigation, foot baths for disinfection of footwear, medical care areas, documented logs, and reports.
Subsequently, the effort was intensified, and Finca El Pino signed an agreement with CORPONOR (Regional Autonomous Corporation of the Northeast border) to do a project called: "Isolation of Springs", which seeks to protect the water reservoirs. Saving this resource regenerates, revitalizes, and nourishes the ecosystem. Finca el Pino committed to the conservation of 21% of their land to achieve this internal balance. Measures were taken, and geo-referenced plans of the protected areas were made to avoid the invasion of human activities, "the next few years will be vital for the care of this resource, since it is a resource that emanates life by itself," Benjamin pointed out.
El Pino began reforestation with native trees, which are endangered species, many of them used as green fences for the delimitation of livestock. According to Terridata, Third National Communication on Climate Change, it is estimated that 45% of greenhouse gases in Norte de Santander are generated by agriculture and deforestation.
Benjamín and his wife Eliana Guerrero started a new livestock project, the product of a "Fund-Undertaking" that consisted of eliminating conventional livestock practices and giving way to new techniques such as regenerative livestock, based on the universal laws of André Voisin (Senra, 2005 ). These practices uphold four fundamental principles: rest, occupation time, help, and regular returns. To do this, the paddocks are subdivided on the farm into 1200 m2 plots to capture more CO2 than is emitted. Taking these principles as a reference, the aim is to give the cattle areas the necessary rest time to regenerate themselves naturally, without the need for artificial fertilizers or the use of chemicals, reversing a process in which most cattle farms usually incur, in this way the production of oxygen is increased.
For Benjamin, "Reforestation with native trees not only increases oxygen production but also invests in the ecosystem, enhances the benefits of trees, providing comfort to livestock and also serve as climate regulating agents."
Another significant contribution of the farm is the social environment and the eradication of poverty. The farm seeks support for female heads of family for the collection of blackberries and support for the “returnees” (a name that refers to those Colombians who during the prosperous times in Venezuela decided to leave Colombia in search of better opportunities), who have decided to return to Colombia in search of better opportunities and end the hunger and poverty of recent years in the neighboring country.
Finally, the “El Pino” farm was recognized by CORPONOR (entity in charge of the public administration of parks and forest areas) as a green business, which gave it recognition as a farm that meets the characteristics and requirements to offer quality products with environmentally friendly, sustainable and affordable processes for the primary family basket within the municipality of Herrán and the department of Norte de Santander.
“Es la hora de mirar el campo con ojos de amor, de extenderle la mano con bondad y de soñar juntos con nuestros campesinos por un mejor futuro para todos” Benjamín Alberto Villamizar Bautista
La inspiración llegó a Benjamín de manera paulatina y con el impulso de su familia, con cada persona que se ha cruzado en su camino y de aquellos quienes depositan su confianza en la Finca. Él define su “locura” como "la búsqueda de conectar con su entorno para encontrar la felicidad de quienes le rodean". Su esposa Eliana Guerrero y su pequeña hija, se han vuelto una gran inspiración. El Pino transmite esa comunión con el medio ambiente y los recursos naturales que lo nutren, persevera cuando en los resultados se ve beneficiado el bienestar y las oportunidades para todos.
La inspiración de El Pino comienza desde las 4 de la mañana, cuando Benjamín Villamizar y sus colaboradores reciben el sol desde El Pino. Para él, crecer con ellos es la satisfacción más grande, además mencionó que “la gente del campo recuerda a sus abuelos y a sus padres, tienen la capacidad de escuchar, algo que hoy en día se ha perdido”. Él considera que la inspiración llega desde la familia, los colaboradores, los colegas, los habitantes de Herrán y todos aquellos que tengan el anhelo de materializar sus sueños. Para Benjamín, en Finca El Pino, “el crecimiento debe ser integral, es decir, va de la mano con la construcción de los sueños de todos los que aportan su granito de arena en la finca”. Por ello, el valor agregado en un producto está detrás de una historia donde el elenco está conformado por todos los que han participado, para que alguien pueda disfrutar de los productos que se generan en la finca.
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Inspiration came to Benjamin gradually and with the impulse of his family, with each person who has crossed his path and those who place their trust in the farm. He defines his "madness" as "the search to connect with his surroundings to find the happiness of those around him". His wife, Eliana Guerrero, and his little daughter have become great inspirations. El Pino transmits that communion with the environment and the natural resources that nourish it. He perseveres with results that benefit the well-being and opportunities for all.
The inspiration of El Pino begins at 4 in the morning when Benjamín Villamizar and his collaborators receive the sun from El Pino. For him, growing up with them is the greatest satisfaction. He also mentioned that "people from the countryside remember his grandparents and parents, they were able to listen, something that today has been lost." He considers that inspiration comes from the family, collaborators, colleagues, the inhabitants of Herrán and all those who have the desire to materialize their dreams. For Benjamin, at Finca El Pino, "growth must be comprehensive; that is, it goes hand in hand with building the dreams of all those who contribute their grain of sand to the farm." Therefore, the added value in a product is behind a story where the cast is made up of all those who have participated in the enjoyment of the products generated on the Farm.
De forma bilateral, se sabe que la ganadería y la agricultura tienen un impacto significativo en desechos y producción de CO2, por lo que El Pino devuelve esa fe en las prácticas sostenibles, es decir, en la transformación del campo en un sitio de oportunidades para producir, consumir y construir de manera responsable. Benjamín menciona que “el campo es el primer eslabón de la cadena de producción y debe ser prioridad para los gobiernos”, no se necesitan grandes estructuras que manipulen la captación de la lluvia, grandes invernaderos, zonas sin sombra, uso de vehículos pesados, etc. Se necesita cultivar especies nativas, nutrir el ecosistema de especies propias del lugar y conectar con otros ecosistemas para cultivar productos que converjan con las condiciones dadas por la propia naturaleza. La búsqueda de reubicar las especies contribuye de manera sustancial al compromiso que se tiene con nuestro mundo en la actualidad, “la naturaleza tiene memoria y nosotros estamos obligados a preservar nuestros recursos y respetar nuestro planeta”.
El impacto está en demostrarle a las generaciones futuras que el conocimiento puede transformarse en una oportunidad para revertir los impactos negativos que hemos generado. Este proceso de evolución involucra compromiso, valentía y perseverancia. La prueba de todo esto es la capacidad que ha tenido Finca El pino para transmitir estas prácticas y convencer a sus semejantes de que se puede lograr un relevo generacional positivo sin tener miedo a los cambios dejando una nueva huella que quede marcada por siempre.
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It is known that livestock and agriculture significantly impact waste and CO2 production, so El Pino returns that faith in sustainable practices, that is, in transforming the countryside into a site of opportunities for produce, consumption, and building responsibly. Benjamin mentions that "the field is the first link in the production chain and should be a priority for governments", no large structures are needed to manipulate the collection of rain, large greenhouses, areas without shade, use of heavy vehicles, etc. It is necessary to cultivate native species, nurture the ecosystem of native species and connect with other ecosystems to produce products that converge with the conditions given by nature itself. The search to relocate species contributes substantially to the commitment we have with our world today, "nature has a memory, and we are obliged to preserve our resources and respect our planet."
The impact is to show future generations that knowledge can be transformed into opportunities to reverse the adverse effects that we have generated. This process of evolution involves commitment, courage, and perseverance. The proof of all this is Finca El Pino's ability to transmit these practices and convince their peers that a positive generational change can be achieved without being afraid of changes, leaving a new mark that will remain forever.
El beneficio empresarial se remite a la identificación del valor agregado que tiene El Pino, que no subyace solamente en los productos que ofrece, sino en la promoción de las buenas prácticas y el deseo de compartir su historia cada que va en búsqueda de promover sus productos, en los puntos de venta locales y departamentales; en la confianza que deposita en sus empleados y la inversión en su bienestar, que se ve retribuido en su desempeño y la lealtad a la empresa, en la búsqueda de alianzas para lograr que estas prácticas sean imitadas por los agricultores y ganaderos que trabajan en busca de mejores resultados y de ofrecer productos de calidad.
La implementación de innovaciones requiere de discernimiento dentro del contexto de cada región, “cuando regrese a mi pueblo natal, Herrán, la mayoría de gente decía que estaba loco, que todas estas técnicas no funcionarían” relata Benjamín. Dentro de los alcances de estas innovaciones “se generaron empleos, se diversificó la finca con productos orgánicos que están en vías de comercialización, para el consumo local y regional, como el vino seco y semiseco de mora, la miel de abeja y los productos lácteos”.
El incremento de la producción, las practicas amigables y sostenibles le han dado un valor agregado a la empresa, posicionándola como única en la región capaz de generar valor a través del buen manejo de los recursos, catapultando a la generación de consciencia y al consumo responsable. Las personas buscan alimentos y productos que cumplan con sus expectativas y sobre todo les den valor saludable a sus vidas, “Finca El Pino respalda la necesidad de generar negocios que fundamentalmente busquen el bienestar del consumidor y la armonía con el planeta”.
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The business benefit refers to identifying the added value that El Pino has, which not only lies in the products it offers but in the promotion of good practices and the desire to share its story as well as promoting its products - at local and departmental points of sale; in the trust, they place in their employees and the investment in their well-being, which is rewarded through their performance and loyalty to the company; in the search for alliances to ensure that these practices are imitated by the farmers and ranchers who work in pursuit of better results and quality products.
The implementation of innovations requires discernment within the context of each region, "when I returned to my hometown, Herrán, most of the people said that I was crazy, that all these techniques would not work," says Benjamin. Within the scope of these innovations, "jobs were created, the farm was diversified with organic products that are in the process of being commercialized for local and regional consumption, such as dry and semi-dry blackberry wine, honey and dairy products".
The increase in production and the friendly and sustainable practices have added value to the company, positioning it as the only one in the region capable of generating value through the excellent management of resources, catapulting the generation of awareness and responsible consumption. People look for food and products that meet their expectations and, above all, add healthy value to their lives, "Finca El Pino supports the need to generate businesses that fundamentally seek consumer welfare and harmony with the planet."
La contribución social y ambiental se sustenta en la colocación de productos de calidad promoviendo procesos sustentables y amigables con el medio ambiente. El compromiso de la finca se intensifica a medida de sus posibilidades, buscando un beneficio mutuo entre colaboradores, la promoción de una educación agrícola y ganadera para sus semejantes. Finca El Pino reitera día con día su compromiso de colaboración con las fincas agricultoras y ganaderas de la zona para ser un punto de capacitación para todos y un centro de colaboración para la mejora continua de estas técnicas.
El medio ambiente es una mina de bondad que requiere de solidaridad y de esfuerzo para disfrutar de sus recursos. La clave de contribuir es imaginar que se puede involucrar toda una sociedad para generar consciencia, demostrar que las locuras de soñar por un lugar mejor es el motor que revoluciona las actividades en cada región. La finalidad es que cuando se escuche “Finca El Pino” signifique un punto de apoyo para impulsar a los habitantes de Herrán y demás regiones a dar pasos firmes para revertir los daños ocasionados a los ecosistemas.
Finalizó Benjamín con esta frase: “Para mí, Finca el Pino será como un pulmón dentro de mi región, un lugar donde se respire felicidad, plenitud y calidad de vida para todos aquellos que pisen la finca, aquí todos serán recibidos.” La necesidad de tener referencias en el mapa de nuestro planeta, con estas contribuciones devuelven la esperanza a todos los que lo habitamos, recupera el compromiso, la memoria y la necesidad de buscar el equilibrio necesario para soñar con un mundo mejor. Definitivamente, cada persona es un pequeño espacio que deja huella y utiliza su libertad para escribir historias que servirán de punto de partida para las siguientes generaciones. Somos parte de la historia de la humanidad, un pequeño lapso de tiempo en el espacio que significa una oportunidad para coexistir y disfrutar de nuestro planeta y encontrar la felicidad.
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The social and environmental contribution is based on the delivery of quality products promoting sustainable and environmentally friendly processes. The farm's commitment is intensified to the extent of its possibilities, to seeking mutual benefit among collaborators and promoting agricultural and livestock education for their peers. Finca El Pino daily reiterates its commitment to collaborate with the agricultural and livestock farms of the area to be a training point for all and a collaboration center for the continuous improvement of these techniques.
The environment is a mine of goodness that requires solidarity and effort to enjoy its resources. The key to contributing is to imagine that a whole society can generate awareness, show that the follies of dreaming for a better place are the engine that revolutionizes activities in each region. The purpose is that when the name "Finca El Pino" is heard, it signifies a point of support to encourage the inhabitants of Herrán and other regions to take firm steps to reverse the damage caused to ecosystems.
Benjamin concluded with this phrase: "For me, Finca el Pino will be like a lung within my region, a place where happiness, fullness, and quality of life are breathed for all those who step on the farm, where everyone will be welcomed." These references on the map of our planet with these contributions restore hope to all of us and renew commitment, memory, and the need to seek the necessary balance to dream of a better world. Each person is a small space that leaves a mark and uses their freedom to write stories as a starting point for future generations. We are part of the history of humanity, a short time in space with an opportunity to coexist, enjoy our planet and find happiness.
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Benjamin Alberto Villamizar Bautista, Founder
Benjamin Alberto Villamizar Bautista, Founder
Finca El Pino es una empresa dedicada a la actividad agrícola y ganadera, un pequeño rincón en los límites entre Colombia y Venezuela, que conduce al páramo del Tamá, ecosistema que se localiza en la alta montaña, ubicado entre la nieve perpetua y los bosques, dónde el 99% de los páramos en el mundo se encuentra en la cordillera de los Andes, que atraviesa ambos países (Rincón, 2015). Estos regulan de manera permanente la producción de agua y es ahí en el corazón de la frontera Colombo-Venezolana, dónde “El Pino” un pequeño rincón del Municipio de Herrán del departamento de Norte de Santander, ha inspirado a Benjamín Alberto Villamizar Bautista y a su familia durante varias generaciones sus actividades agrícolas y ganaderas. Durante años, estas prácticas han evolucionado de forma trepidante, pero la perseverancia y el anhelo de cambiar el mundo llevaron a Finca El pino, a partir del año 2014, a posicionarse dentro del municipio de Herrán como una finca productiva, amigable con el medio ambiente, socialmente activa y abierta a la innovación. Su producto estrella es la mora-uva, la cual es cultivada y cuidada minuciosamente durante todo su proceso de crecimiento, apoyado en la polinización mediante prácticas apicultoras de calidad, que incluyen el cuidado del agua, la reforestación con árboles nativos, labor social, capacitación y aplicación de ganadería regenerativa para la reducción de emisiones de carbono.
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Finca El Pino is a company dedicated to agricultural and livestock activity in a small corner on the border between Colombia and Venezuela, which leads to the Tamá páramo, an ecosystem that is located in the high mountains, situated between perpetual snow and forests, where 99% of the páramos in the world are located in the Andes mountain range, which crosses both countries (Rincón, 2015). These páramos permanently regulate the production of water. It is there in the heart of the Colombo- Venezuelan, where "El Pino," a small corner of the Municipality of Herrán in the department of Norte de Santander, has inspired Benjamín Alberto Villamizar Bautista and his family for several generations in their agricultural and livestock activities. For years these practices have evolved in a frenetic way, but perseverance and the desire to change the world led Finca El pino, as of 2014, to position itself within the municipality of Herrán as a productive farm, friendly to the environment. Its star product is the blackberry grape, cultivated and meticulously cared for throughout its growth process, supported by pollination through quality beekeeping practices, including water care, reforestation with native trees, social work, training, and application of regenerative livestock to reduce carbon emissions.