Innovation

Prison Art nace en el año 2013 con el emprendimiento social de Jorge Cueto-Felgueroso en la Ciudad de México. La innovación se centra en el modelo de negocio, el cual consiste en emplear a presos y expresidiarios a través de un programa de capacitación. El programa dura el tiempo correspondiente a su sentencia, en este aprenden sobre diseño de modas, tatuaje y arte (realismo y pop-art), su trabajo resulta en bolsas, chamarras y accesorios de piel tatuados por ellos mismos. Estos artículos son productos únicos, tanto para promover la individualidad del trabajador, como la exclusividad de los productos que adquieren los clientes.

Durante su tiempo en prisión, los jóvenes cuentan con un empleo que se rige por el comercio justo, es decir, se paga por cada pieza tatuada ya sea que se comercialice o no. Si los presos cumplen con el programa de capacitación y sus reglas (estar limpios de adicciones, ir a rehabilitación y entregar el 50% de sus ingresos a un familiar), esta oferta laboral se mantiene cuando salen de la cárcel.

Jorge Cueto expresa que el negocio se sostiene por dos pilares: "Creamos un modelo de negocio que está basado en dos pilares, por un lado, tenemos una asociación civil que se llama proyecto de Arte Carcelario, la cual se encarga de hacer la labor social, es la que trabaja con los chavos, ayuda con las rehabilitaciones, etc. Y tenemos otro pilar que es una sociedad anónima de capital variable que es propiamente la marca Prison Art que se encarga de comercializar los productos; con los ingresos que recibe paga los gastos de la fundación y genera utilidades para los inversionistas"

Prison Art tiene talleres dentro y fuera de la cárcel. Hoy en día están trabajando con presos de aproximadamente siete prisiones. Dependiendo del tipo de cárcel se tienen más, o menos facilidades para hacer, o no hacer cosas. Hay cárceles que son pequeñas, por ejemplo, la cárcel del norte de la ciudad de México, en la cual los presos solo se dedican a tatuar el cuero. Por otro lado, en centros con más facilidades, como en el centro femenino de Querétaro además de tatuar se hace joyería textil. En Tulancingo, se hacen más cosas, como pulseras, manteles bordados, tatuaje, etc. Además, se cuentan con talleres fuera de la cárcel en Guadalajara y en Naucalpan donde se ensamblan las bolsas, las chamarras, carteras, etc.

Prison Art tiene dentro de su estructura a maestros, personas que ya han alcanzado su libertad y coordinan a los presos dentro de las Cárceles. Un maestro es un joven que se ha desarrollado y ha adquirido cierta destreza para poder tatuar la piel y cuenta con capacidades de manejo de gente, liderazgo, entre otras habilidades que le permiten coordinar a otro grupo de presos o expresidiarios. "Estos muchachos van a las cárceles, coordinan a los grupos y se vuelve un circulo virtuoso, pues un muchacho que ya salió, se capacitó y se desarrolló, ahora está ayudándome a desarrollar a otros muchachos", explica.

La empresa actualmente cuenta con 42 empleados a nivel administrativo (encargados de tiendas, vendedores, diseñadores de moda e imagen, etc.), 200 jóvenes dentro de la cárcel, 40 ex presidiarios y 12 maestros que coordinan diferentes grupos en las cárceles.

Un joven dentro de la Cárcel gana al mes entre 6,000 y 10,000 pesos mexicanos y un maestro puede ganar mensualmente de 10,000 a 18,000 pesos mexicanos.

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Prison Art was born in the year 2013 in Mexico City, with Jorge Cueto-Felgueroso’s social entrepreneurship. The innovation is centered on the business model, which consists in the employment of prisoners and ex-convicts through a training program. This program lasts until they are free and receive a job offer. In the program they learn about fashion design, tattoo art (realism and pop-art) and their work results in bags, jackets and accessories made of tattooed leather. These items are unique products, both to promote the individuality of the worker, such as the uniqueness of the pieces that customers purchase.

During their time in prison they have a job that is governed by fair trade, they receive a payment for every tattooed piece whether it is marketed or not. If the prisoners met with the program of training and its rules (be free of addictions, go to rehabilitation and deliver 50% of their income to a family member), this job offer is maintained once they get out of jail.

Jorge Cueto explains how the business is sustained by two pillars: "we created a business model that is based on two pillars, on one hand, we have a civil partnership which is called “Proyecto de Arte Carcelario” (jail art project), which is in charge of managing the social work: they work with the guys, help them with rehabilitation, etc. And we have another pillar, Prison Art, which is a company responsible for marketing the products; with the income Prison Art receives it pays for the expenses of the foundation and generates profits for investors"

Prison Art has workshops in and out of jail. Today they are working with approximately seven prisons. Depending on the type of prison, there are more or less facilities for doing the job. There are jails that are smaller, for example, the one in the north of Mexico City, where the prisoners only tattoo the leather. Whereas, in centers with more facilities, as in the female Center of Querétaro in addition to tattooing they also do textile jewelry. In Tulancingo, more things are made, such as bracelets, embroidered tablecloths, tattoo, etc. Moreover, they have workshops out of jail in Guadalajara and Naucalpan where the bags, jackets, wallets, are assembled.

Prison Art has within its structure Teachers, who have already reached their freedom and coordinate the prisoners inside jail. A teacher is a young man who has acquired the skill to tattoo the leather, and has developed as well, leadership, management capacities to coordinate another group of prisoners or ex-convicts. "These young men go to prisons and coordinate groups, so it becomes a virtuous circle, because a young man who has already been trained and developed, is now helping me to develop other young men”, Jorge explains.

The company currently has 42 employees (managers of shops, vendors, fashion and image designers, etc.), 200 young people within the prison, 40 ex-offenders and 12 teachers who coordinate different groups in prisons.

A man or woman in jail is payed monthly between 6,000 and 10,000 pesos (300 and 500 USD) and a teacher can earn monthly from 10,000 to 18,000 pesos (500 to 900 USD).

Inspiration

Ingresar a la cárcel siendo inocente es una experiencia de vida difícil, como lo vivió Jorge Cueto, quien en el año 2012 estuvo sujeto a proceso y recluido durante once meses en el penal de Puente Grande en Jalisco.

Durante ese tiempo en prisión, Cueto se percató de la triste situación que se vive en las cárceles del país; donde la violencia, la tortura y la corrupción se han apropiado del lugar. Lo peor es cuando las personas que están privadas de la libertad pagan su condena y al salir a la sociedad tratan de hacer las cosas bien, pero encuentran rechazo en ésta.

"Los muchachos dentro de las cárceles no están preparados ni estudiados, ni tienen una estructura familiar que los pueda apoyar, pero lo que sí tienen cuando salen de la cárcel es una carta de antecedentes penales. Una carta que es un requisito casi indispensable para entrar a trabajar en el 99.9% de las empresas importantes en México. Al no tener manera de trabajar decentemente vuelven a delinquir" comparte Jorge.

Observando tanta necesidad, dentro de prisión Jorge ideó la forma de ayudar a los reclusos y a sus familias, tenía que ser algo que los jóvenes disfrutaran, pensó en los tatuajes e implementó un procedimiento para que los reclusos en lugar de tatuarse el cuerpo, tatuaran cuero y con el cuero tatuado ensamblaran las bolsas.

Así es como el fundador de esta empresa explica su nacimiento: "Prison Art surge como un enfrentamiento a grupos de crimen organizado, para tratar de dar un futuro más esperanzador a estas personas, para bajar la estigmatización de este grupo y para reducir los índices de violencia en México".

Prison Art es la primera marca a nivel global con un objetivo social que hace las cosas en las cárceles y ese cambio es un ejemplo para que otros empresarios se den cuenta del potencial y el talento que se tiene en las prisiones.

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Entering prison as an innocent man is a difficult life experience, as lived by Jorge Cueto in the year 2012, he was subject to process and detained for eleven months in the prison of “Puente Grande Jalisco”.

During his time in prison, Cueto realized the sad situation that exists in the jails of the country; where violence, torture and corruption have taken place. The worst thing is when people who are deprived of freedom paid their sentence and when they go back to society and try to do the right thing, the same society rejects them.

"Boys within prisons are not prepared or studied, or have a family structure that can support them, but they do have a criminal record chart when they come out. A letter that is a prerequisite to enter work in 99.9% of the important companies in Mexico. Having no way to work decently, they go back to commit crimes" shares Jorge.

Observing such a need, Jorge devised a way of helping prisoners and their families, it had to be something that young people would enjoy. He thought of tattoos and implemented a procedure for tattooing leather, the leather pieces would then be assembled to make bags.

This is how the company founder explains it: "Prison Art emerges as a confrontation with organized crime groups, it tries to give a hopeful future to these people, to lower the stigmatisation of this group and to reduce the levels of violence in Mexico".

Prison Art is the first brand globally with a social objective that produces its products within prisons. It can be an example for other entrepreneurs to develop these young men’s talents and potential.

Overall impact

La empresa impacta en distintos aspectos, ofrece la oportunidad a presos y expresidiarios de reinsertarse en la sociedad y el mundo laboral a través de un trabajo digno, en segundo lugar, aminora el grave problema de violencia e inseguridad que se vive en México y finalmente busca disminuir la estigmatización de este grupo al mismo tiempo que anima a otros emprendedores a dar oportunidad de empleo a personas que han salido de la cárcel.

Prison Art está creciendo, hay lista de espera de jóvenes que quieren sumarse. Jorge explica que al salir de la Cárcel contaba con un equipo de trabajo muy reducido. "El día que yo salí de la cárcel eran como 32 muchachos trabajando con nosotros, ahorita tenemos 200 que están en las cárceles y 40 que ya han obtenido la libertad y que trabajan con nosotros".

En los próximos cinco años, Jorge Cueto proyecta tener a 1,000 muchachos en capacitación y a otros 250 reinsertados y con un trabajo estable.

El programa Prison Art consta de tres fases: Rehabilitación, capacitación y trabajo estable al salir de prisión. Con este programa, Jorge Cueto busca reducir la delincuencia y la estigmatización de los presos en México:

"Bajar la estigmatización consiste en mostrarle a la sociedad que la gente que está en la cárcel puede hacer productos de piel de alta gama que no tiene nada que envidiar a ninguna marca internacional", explica.

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The company impacts in various aspects. It offers the opportunity for prisoners and ex-convicts to reintegrate into society through decent work, secondly, it lessens the serious problem of violence and insecurity that exists in Mexico, and finally it seeks to reduce the stigmatization of this group at the same time that it encourages other entrepreneurs to give job opportunities to people who have come out of jail.

Prison Art is growing, there is a waiting list of young people who want to join the program. Jorge explained that when he got out of jail he had a very small team: "The day I left jail there were 32 boys working with us, now we have 200 inside the prisons and 40 who have already obtained freedom and are still working with us."

In the next five years, Jorge Cueto plans to have 1,000 men in training and an other 250 reintegrated with a stable job.

The program consists of three phases: rehabilitation, training and stable employment on being released from prison. With this program, Jorge Cueto aims to reduce the rates of crime and the stigmatization of the prisoners in Mexico: "To lower the stigma is accomplished by showing society that people who are in prison can make leather products of high quality, that compare to any international brands", he explains.

Business benefit

Prison Art no tiene apoyo del gobierno ni de alguna otra institución. La empresa se sustenta con los recursos que proporciona el proceso de capacitación y vendiendo los productos a través de sus propias tiendas.

Hoy en día cuenta con 13 tiendas y tiene planes de abrir 3 más. Tres están en el aeropuerto de Cancún, en la T.2, T.3 y T.4, en Playa del Carmen, en Mayakoba, Puerto Cancún y San Miguel de Allende. En la Ciudad de México hay una en Masaryk y otra en Downtown Isabel la Católica, y están por abrir en el aeropuerto de la ciudad de México en unos días, así como en Valle de Bravo. El año pasado iniciaron la apertura de tiendas internacionales en Barcelona e Ibiza. Además, el próximo año planean abrir en Madrid y San Francisco.

Aparte de las tiendas, Prison Art comercializa sus productos a través de una serie de distribuidores que tienen en el extranjero, en países como Austria, Polonia, Suiza, Canadá y Alemania.

Jorge Cueto tiene planeado expandirse y abrir más tiendas alrededor del mundo, así es como lo expresa: "En septiembre de este año ganamos dos premios que fueron muy importantes para nosotros: el premio Expansión a los mejores emprendedores del 2018 y el premio Entrepreneur. Al ganar estos dos premios nos permitimos entrar a un ecosistema de emprendedores y empresas sociales con lo cual decidimos buscar la primera ronda de capital, inversionistas y socios con el fin de hacer la expansión de la marca mucho más grande y rápido. Tenemos el objetivo de abrir alrededor de 40 tiendas en todo el mundo, iniciando por Estados Unidos, Europa, Asia y Rusia"

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Prison Art has no support from the Government or any other institution, the company income comes from selling the products through its own shops.

Today it has 13 stores and has plans to open 3 more. Three are at the airport in Cancun, at Playa del Carmen, Mayakoba, Puerto Cancun and San Miguel de Allende. 2 stores in Mexico City, and they are about to open another one at the airport as well as in Valle de Bravo. Last year they started opening international stores, at Barcelona and Ibiza. In addition, next year they plan to open in Madrid and San Francisco.

Apart from shops, Prison Art markets its products through a number of distributors who are abroad, in countries such as Germany, Austria, Switzerland, Canada and Poland.

Jorge Cueto plans to expand and open more stores around the world, this is how he expresses it: "In September of this year we won two awards that were very important to us: the Expansion award to the best entrepreneurs of 2018 and the Entrepreneur award. By winning these two awards we are entering an ecosystem of entrepreneurs and social enterprises, so we decided to search for the first round of capital, investors and partners, in order to expand the brand. We have the goal to open about 40 stores around the world, starting with the United States, Europe, Asia and Russia"

Social and environmental benefit

Prison Art tiene un sistema que trabaja de una forma equilibrada, es decir, la empresa no aumenta su número de empleados si no hay un incremento en el flujo de ventas. Entonces, cada vez que se abre una nueva tienda se evalúa muy bien cómo funciona, el flujo que genera, lo que más se vende, etc.

"Con esas 40 tiendas pretendemos tener 1,000 chavos y chavas en capacitación y 250 reinsertados en los próximos cinco años. Información del INEGI (2018) dice que una persona que vive en actividad delictiva comete dos delitos al día, entonces, si tenemos 1250 personas trabajando con nosotros por dos delitos diarios, por 365 días es casi un millón de delitos menos al año que Prison Art trataría de evitar " explica Cueto.

Jorge Cueto comenta que actualmente hay 200,000 personas en las cárceles en México y de esas 200,000 van a obtener la libertad este año alrededor de 40,000 que se van a sumar con las que la obtuvieron el año pasado, antepasado y con las personas que serán libres el año que viene, entonces estamos hablando de cientos de miles de personas en México que tienen antecedentes penales y que se les dificulta enormemente reinsertarse a la sociedad.

Prison Art es un ejemplo para que emprendedores y empresas de todo el mundo se den cuenta del talento, la capacidad y creatividad que hay dentro de las prisiones, y que los reclusos bajo el programa correcto pueden ser capaces de explotar sus capacidades y crear productos que beneficien a la sociedad al mismo tiempo que mejoran su calidad de vida. “Si nosotros pudimos partiendo de cero y sin tener apoyo de nadie para lograr lo que hemos logrado, grupos de empresarios importantes en México podrían hacer muchísimo más", explica.

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Prison Art works in a balanced way, the company does not increase their number of employees if there isn’t an increase in the sales flow. Therefore, whenever a new store opens the flow generated is evaluated.

"With those 40 stores we aim to have 1,000 men and women in training and 250 reintegrated in the next five years. Information from INEGI - National Institute of Statistics and Geography (2018) - says that a person dedicated to criminal activity can commit two crimes a day, so if we have 1,250 people working with us multiplied by two crimes per day by 365 days, is almost a million crimes less per year that Prison Art would try to avoid" explains Cueto.

Jorge Cueto explains that in the Mexican prisons there are 200,000 people and from those, 40,000 are going to get their freedom this year, and they will be added to the list of ex-offenders that obtained its freedom last year and next year, which means that we have hundreds of thousands of people with prison records with difficulties to be reinserted in society.

Prison Art is an example for entrepreneurs and businesses around the world to channel the talent, ability and creativity that lies within prisons, and that inmates in the correct program may be able to exploit their capabilities and create products that benefit the society. "If we could do it from scratch and without support from anyone to achieve what we have achieved, groups of important entrepreneurs in Mexico could do a lot more" he concludes.

Interview

JORGE CUETO-FELGUEROSO, Founder